La UNLP trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19

El proyecto interdisciplinario del denominado «Grupo COVID-Exactas» se encuentra en la etapa de ensayos preclínicos y apunta a fortalecer el sistema sanitario nacional.


Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) trabaja en el desarrollo de una vacuna nacional contra el COVID-19.

De esta manera, la casa de estudios platense encara un desafío sin precedentes y busca convertirse en una de las primeras instituciones públicas del país en diseñar y producir una vacuna para prevenir la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.

El proyecto, basado en el empleo de proteínas virales para inducir la generación de anticuerpos, se encuentra en este momento en la etapa de ensayos preclínicos.

En los laboratorios de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP se conformó en marzo de 2020 el “Grupo COVID-Exactas”.

La iniciativa impulsada por la propia comunidad científica de la Alta Casa de Estudios y nació para dar respuestas y hacer frente a la crisis sanitaria desatada en el marco de la mayor pandemia de las últimas décadas.

El desarrollo es dirigido por los Doctores Guillermo Docena, del IIFP y Omar Azzaroni, del INIFTA. Además, incluye las colaboraciones ya establecidas del Doctor Sebastián Cavalitto, del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI- UNLP/CONICET), del Doctor Javier Santos, del Instituto de Químicas y Fisicoquímicas Biológicas (IQUIFIB -UBA/CONICET), y la participación del Doctor Alejandro Aiello del Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CIC -UNLP/CONICET).

¿Cómo funciona la vacuna de la UNLP?

Sobre el proceso de desarrollo y la tecnología que serán utilizados para la producción de la nueva vacuna con el sello de la UNLP, el Doctor Docena describió: “las vacunas contra el COVID-19 conocidas hasta hoy se han diseñado en base a dos tipos de plataformas: las basadas en el empleo de proteínas (proteínas, fracciones de proteínas y virus completo muerto), y las basadas en el empleo de ácidos nucleicos (vectores virales, vacunas a ARN y vacunas a ADN)».

Luego aclaró: «a modo de ejemplo algunas de estas vacunas son: Sinopharm (virus muerto), Sinovac (proteínas virales), Moderna o Pfzier/BioNtech (ARN) y Sputnik V o AstraZenaca/Oxford (vectores virales)”.

Agregó que “En este proyecto seguiremos la estrategia basada en el empleo de proteínas virales, específicamente fracciones de la proteína S, encapsulas en nanopartículas«.

«La proteína S se encuentra en la cubierta del virus y es la estructura que el virus emplea para poder invadir las células blanco (células del epitelio nasal y pulmonar principalmente)» detalló el académico.

«La proteína S se une al receptor de angiotensina 2 o ACE 2 e ingresa a la célula que le permitirá dividirse o multiplicarse para luego invadir otras células”, detalló Docena.

Y añadió: “actualmente estamos estudiando distintos protocolos de administración de la vacuna en ratones y, al mismo tiempo, se analizan las respuestas inmunes inducidas”.

Básicamente lo que buscamos, como en la totalidad de las vacunas para COVID-19, es inducir la generación de inmunidad protectora y generación de anticuerpos específicos de la proteína S para bloquear la entrada del SARS-CoV-2 a las células blanco del organismo» explicó el científico.

«También se busca la producción de linfocitos de memoria para la inmunidad protectora en el tiempo”, concluyó el científico.

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